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Canto XX del Paraíso
image Luis Rojo

La representación del Placer eterno.
Nuestra felicidad es de querer sólo lo que Dios quiere.


Quando colui che tutto 'l mondo alluma de l'emisperio nostro sì discende, che 'l giorno d'ogne parte si consuma, lo ciel, che sol di lui prima s'accende, subitamente si rifà parvente per molte luci, in che una risplende; e questo atto del ciel mi venne a mente, come 'l segno del mondo e de' suoi duci nel benedetto rostro fu tacente; però che tutte quelle vive luci, vie più lucendo, cominciaron canti da mia memoria labili e caduci.


VUELTA A LA PUERTA DEL PARAÍSO


Cuando Quién que enciende nuestro mundo, viene abajo en el horizonte mientras que hace el día apagarse de todas las partes, el cielo se enciende repentinamente con muchas luces, donde solamente él se reflejó; y este cambio en el cielo vino a mi espíritu, cuando se calló el emblema de los amos del mundo; todas éstas vivas luces llegaron a ser, entonces, mucho más brillantes, y comenzaron a cantar las canciones, imposibles a retener y rápidamente olvidado. ¡Oh suave Amor, que se viste con su sonrisa, y que es tan lleno de ardor susurrar a mí, tan muchos pensamientos santificados! Cuando yo vi Júpiter, adornar con inestimable y brillante rubí, para imponer silencio en sus angelical cancións, él parecer mí yo oír murmullo uno río, que funcionar, límpido, de piedra en piedra, así revelar abundancia su fuente. Este murmullo se levantó de una santa Imagen del Éxtasis que me apareció sobre mí, como un sonido que sale de una forma hueco, y que se convierte en una voz, después que echa de allí de la forma de palabras, tales como mí recuerde yo que entonces no podrían describirla. Ella comenzó a decir a mí: "Usted debe ahora mirar en mí con la atención, los fuegos que adornan la esencia de quiénes soy, y cuáles son las representaciones de lo que sabe pero no puede ver tu espíritu. El fuego que brilló en el centro de mi pupila es el que se refleja en tu alma, y que le empuja en el deseo de tomarme sin saber reconocerme. Los otros fuegos que giran alrededor de mi cerebro, son los fuegos que alimentan tu deseo, y que le empujan para tomarme, fuera sabiendo la razón de mi resistencia. Estos otros fuegos que adornan mi vulva consagrada, son los mismos fuegos que usted lleva en tu miembro, y que empujan usted para tomarme fuera alcanzándome en mi alma. Entonces, los fuegos que mueren hacia fuera en mi alma, son los mismos que muere hacia fuera en tu alma, y que empujan usted a la caída usted mismo fuera sabiendo amarme. Y si usted bien desea compartir con mí el fuego que se quema en usted y que se quema en mí y que nos empuja uno en el otro y adentro en el amor, no haremos que un fuego eterno." Tales aparecieron a mí, la representación del Placer eterno, el que, la voluntad hace cada cosa, que llega a ser verdadero. Y aunque dejara aparecer mi duda, no pude esperar en silencio, pero dejaron escaparse de mi boca: "Es está como tal?" Esto es qué me dejaron ven la alegría que fue reflejada en estos fuegos. Entonces inmediatamente, con su ojo brillando más, la imagen santa me contestó, no sostenerme adentro suspenda: "No crea estas cosas solamente porque les digo a usted, pero aprenda por se cómo pueden ser, de modo que aparezcan a usted por su propia inteligencia; no sea tales que quién aprende una cosa solamente por su nombre, pero no puede saber la esencia de él si otra no la revela a él. La virtud divina se puede superar por la violencia de un amor ardiente, no como la victoria del violador sobre el amante que sucumbe al ganador, pero porque en su caridad divina ella se dejó ser tomada, y es victoriosa así, por su sola amabilidad. Veo que usted está asombrado, para ver así, la vivienda de los ángeles adornár sí mismo con estas luces cuál decoran mi ceja. El uno y la otra alma ha dejado sus cuerpos del pecado y de la virtud, para ir a dormir su sufrimiento y su salvación en los pies crucificados de Jesús. Que uno volvió, por ella solamente voluntad, de la estancia de los Limbos, y revistió el agrigo de su carne otra vez, porque ella puso todo su fuerza a rigar a Dios la resucite. Ella permanecía por un poco tiempo, porque ella creyó en Quién que sepodría abrasarse de amor para ella, y mientras que creía en Él, ella era digna venir al banquete carnal. En cuanto al Otro, por el efecto de una tolerancia unsoundable, ella dedicó todo su amor en ser justa, de modo que Dios la abriera los ojos en el rescate, y ése ella a la izquierda el mundo de la perversión venir y la parte con Él, las alegrías carnales del banquete. ¡Oh Mortales! no nos juzgue conocer a Dios, y eso él nos sostiene ignorantes de la primera causa de todo. ¡Oh Predestination! cómo es suave para nosotros todavía a no saber, todos los elegidos al banquete, porque nuestra felicidad, la encuentra a otra parte, en este bueno que es, desear solamente lo qué Dios desea." Es así, por esta imagen divina, él me fue dado un remedio suave, clarificar mi vista corta. Pues un jugador de la guitarra templa sus cuerdas a la voz del cantante, y aumenta el placer de la canción, así, mientras que ella me habló, recuerdo que vi las dos luces bendecidas, tales como dos ojos que pegan simultáneamente, con las palabras, vibro de todas sus llamas.



Marco Polo ou le voyage imaginaire (La tragédie humaine, janvier 2000) © 1999 Jean-Pierre Lapointe
Theme musical: musique alternative (velocity), empruntée aux Archives du Web.
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CANTO XXI DEL PARAÍSO